Traumas de familia

Muchos niños sufren por los problemas de los padres, las disputas, infidelidades, condición paupérrima del hogar, conflictos. 

Aunque no todos los hijos padecen de estos traumas, siempre hay uno que otros que son vulnerables a esta mala situación. 

La cosa es que al ser personas adultas van con este trauma oculto que se dispara de pronto, sale a flote estos traumas del pasado: chicas que comienzan a cuestionar al hombre, lo que quiso cuestionar siempre de su padre. Paga el plato roto él. 

Vemos hombres que se vuelven pendejos y buscan en una mujer, lo que nunca tuvo de su madre, seguridad, amor y comprensión. Esto lo podemos ver cuando es la mujer quien adquiere la casa, todo está a nombre de la mujer, el carro es de la mujer y el esposo o concubino se vuelve una especie de ceniciento, el awebaito de la casa, del barrio, siempre haciendo los mandaditos del hogar. 

Ah, pero se hace el bravucón frente a los vecinos para dar a entender que él es el macho alfa de la casa, pero más empleadita doméstica no puede ser. Se nota a leguas.

Estos son los traumas de familia. Muchos ignoran tenerlos. Hay más, pero esto son lo más frecuentes. 

La Magia, la Fe

Cierto! olvidamos la magia de todo, el aire mismo es mágico, nos da la vida, el cielo nos acobija con el calor del sol y los baños de la lluvia, los ríos son el bálsamo hecho llanto de las estrellas, la luna y del propio astro mayor.

La magia nos envuelve a través de la fe, el mundo es mágico y sólo son pocos quienes apreciamos y valoramos aquello que se nos ha dado como herramientas para hacer la vida más llevadera y sortear las adversidades de toda clase.

Fe es lo que necesitamos, los que muchos necesitan. Sin fe no somos nadie ni nada. Sin Fe no lograremos nuestros propósitos. La magia está en uno mismo, pero son, vuelvo y repito, los pocos que logramos cosas, porque Dios ve en lo profundo del alma y cubre nuestras necesidades a través de la magia y de la misma fe. 

Bendiciones

Secuestro Express: gracias al Crisol de Ratas en Panamá

Debido al #CrisolDeRazas, donde se ha dejado entrar al país cualquier cantidad de extranjeros, más de un millón, entre ellos delincuentes, aquí vemos los resultados: El secuestro express. A continuación lo que le sucedió ayer 3 de enero a una persona muy apreciada en la ciudad de Panamá, omitiremos nombres por razones de seguridad:

Deseo compartir con todos ustedes la pesadilla que viví el día de ayer, cuando fui víctima de un secuestro exprés a bordo de un taxi. Como a eso de las 7:30 de la noche tomé un taxi en el área de Paitilla, seguidamente se subió otro sujeto, que se pasó para la parte de atrás y me dijo: “esto es un robo”. Luego los tipos me amenazaron con cuchillos sino cooperaba, me revisaron toda la cartera y me sustrajeron las tarjetas y exigieron que les diera el pin de estas, porque estaban buscando a una mujer que supuestamente le había robado a su jefe X cantidad de dinero y X cantidad de droga y necesitaban corroborar si había sido yo. Viví casi una hora atrapada en ese taxi bajo la amenaza de muerte de los dos sujetos (Un panameño y un colombiano). Sin contar que la parte más dramática, fue el momento en que los tipos me dijeron: “Te salvas que andamos apurados porque si no te podíamos utilizar para otra cosa”…. Luego del episodio de terror los sujetos, al comprobar que yo no era la supuesta mujer que andaban buscando, me dejaron en una calle oscura. Gracias al favor de Dios, pues me la pasé la mayor parte del trayecto rezando, estas personas no lograron hacerme ningún daño físico y fue poco lo que se llevaron de mis pertenencias. Obviamente que el impacto emocional es fuerte, pero comparto esto con ustedes, para que por favor tengan cuidado al momento de abordar un taxi y no pasen por este terrible episodio que yo viví.

POSTDATA: A todos mis amigos y conocidos, ando sin celular, así que cualquier cosa me escriben por esta vía.